dimecres, 2 de gener del 2013

CAP-5(?
* - tú. Enana. ¿Quien ha sido el afortunado...?- dijo arqueando una ceja.
- Nathan Sykes.- soltó mi hermana.
- no me jodas.- asentí.- oh.dios.mío.- reimos. 
- ¿y la afortunada...?- dije.
- ¿tu tambien pillaste?- preguntó mi hermana. 
- no. Yo... no estoy soltero.- me miró y me cambió la cara. No me gustó su respuesta.- buenas noches chicas os quiero.- nos lanzó un beso e izimos lo mismo. 
Me acurruqué en la cama y me dormí poco a poco...*

Hoy es 23. Mis padres y mis tíos se fueron a comprar todo lo que necesitaban para la cena de navidad. Ya que, suponemos, que el 24 estará cerrado. Me levanté cuando oí un mensaje en mi mobil. Esperaba que fuera Nathan pero era Danny. 
«Eh Ivette, oye. Que ayer no tuvimos tiempo de nada. Ya he hablado con los chicos de 1D y hemos quedado para el día 24, que como supongo que sabes... Es el cumple de Louis. Va bien? ;)» oh dios mío. Le contesté: 
«síííí ¡claro! Porfavor. :D» me contestó al instante con una cara sonriente. Empezé a bailar. 
Al momento, recibí un mensaje de Nathan. Me emocioné. Decía: 
«buenos días cielo. Tenemos que hablar. ¿Te apeteze venir a mi casa?» mierda. Me quedé mirando la pantalla que decía "escribiendo". «si quieres,¿eh? Sin presiones :)» ohhh que mono. 
«ebb... Si, vale. Pero sin presiones :)» 
«porsupuesto! No te preocupes. ;)» 
«¿dirección?» me dijo la dirección y me vestí lo mejor y rápido que pude.
- ¿dónde vas?- mi hermana se despertó.
- a casa de Nathan. Vamos a hablar de lo de anoche. 
- ah! Te va a gustar ese chico.- me dijo aún en la cama. La miré extrañada.- es muy cariñoso y atento. El año pasado estuvimos a punto de tener algo, pero preferimos ser mejores amigos.

- ¿y no se te ocure decirmelo? 
- Espero que no se haya olbidado de mi...
- tú a tu puto rollo hermana, vale.- me reí.
- pásalo bien.- le sonreí. De los nervios, salí de casa sin almorzar y, como me di cuenta en el metro, no volví atrás. 
Al bajar pasé por un bar y compré un par de caffes y un croisant enorme. Llegé a mi destino. 
Me abrió la puerta el chico guapo de anoche. Sonreímos al vernos.
- ¿que traes?
- el almuerzo. Como no he almorzado, he dicho, pues le traigo un café a Nath.- dije mientras entraba en la casa. 
- bueno, no me voy a quejar.- se mordió el labio inferior pero no pude verlo porque estaba de espaldas. 
Al girarme, ví que iba en chandal. 
- niño no te has cambiado.
- perdona, perdona es que no me ha dado tiempo... Hemos hablado y me he vuelto a dormir. Me ha dado tiempo a lavarme los dientes...- se acercó a mí y me cojió de la cintura y yo, le cojí los brazos. Se fue acercando, poco a poco hasta besarnos. Un beso largo y apasionado.
- vale. Basta.- me miró estrañado.- lo siento Nathan pero quiero hablar de esto.- me aparté de él y me senté en la mesa. Se sentó delante de mí en silencio y parecía un poco decepcionado.- oye, yo te conozco des de hace un día. No quiero tener una relación seria, aún. Tengo 16 años...- asintió y bajó la cabeza.- aunque...- subió la cabeza y me sonrió.- da la casualidad de que conozes a mi hermana. No digo que por eso podemos salir. Es solo que podriamos ser amigos. Mi hermana me ha hablado bien de tí. Me dijo que soys muy buenos amigos.- me miró estrañado.
- ¿quien es tu hermana? 
- Laia Jones
- ¡ooohhh Laia! Que chica.- Le brillaron los ojos. Me alegró oir eso.- que chica. Es muy guapa. Vaya família.- me reí.
- ¿entonces? ¿que hacemos?- pregunté.
- me pareze que podriamos ser amigos y conozernos mejor.- me guiñó un ojo.- con que 16 años ¿eh?- me sonrojé pero puso su mano encima de la mía.- no te preocupes.-
Me miró y me transmitió seguridad con esa mirada. 
Nos comimos el croisant entre los dos mientras nos mirábamos. Sonreía al verlo. Es una monada. Luego nos sentamos en el sofá y le enseñé fotos mías de pequeña, él hizo igual. Que rico. Me enseñó videos de él y los chicos que en teoria eran TOP SECRET y me partia el culo. Lloraba de la risa. Pasámos un buen rato sin besos ni nada. 
Estaba estirada con las piernas encima de las suyas y él me las acariziaba. Es muy agradable.
Nos quedamos un rato más hablando hasta que sonó el tiembre hacia la hora de comer. Se tapó la boca con las manos y se levantó del sofá precipitadamente. 
- mierda.
- ¿que ocurre?
- no me acordé que había quedado con los chicos para comer.
- ¿hoy?
- sí porque mañana y pasado nos vamos cada uno a su casa a ver a nuestras famílias. Joder.- abrió la puerta de abajo.
- ve a cambiarte.
- ¿que? No. Es una comida de amigos no nos arreglamos.- reí.- el problema es que no se que van a querer hacer contigo.
- ¡tranquilo!- dije cojiendo el bolso.- me voy.- le acaricié la cara.- si quieres los entretengo un poco para que ordenes.- le sonreí. 
- vale pero vete ya o te van a- tarde. Llamaron a la puerta.- ahora ya sí que no puedes salir ni de coña.- se oían voces detrás de la puerta. Nathan la abrió sin que yo tuviera tiempo a pensar una solucion. 
- hola chicos.
- uuuyy ¿molestamos?- preguntó al que reconocí como Max, que movia las cejas de arriba a bajo.
- no, no. Yo... Ya me iba.- estaba dispuesta a salir pero los brazos de Jay me pararon.
- ah no. Ni de coña te vas ahora. 
- ¿que?
- venga tío.- dijo Nath.
- no no enano. Esta chica se queda a comer con nosotros. Hay comida de sobras.- me moría. Todos entraron y Jay me cojió la mano y me entró para la casa. Siva, cerró la puerta. No podía ser. No.
Empezaron a hablar, a quitar cosas de las bolsas, a reir y yo no sabía que hacer. Iba con el bolso colgado y Nathan estaba en la otra punta del comedor observando el panorama asustado. 
Al final reaccionamos. Nathan se fue a cambiar y yo ayudé a preparar la cena. Al sentarnos en la mesa, (con el orden: Yo, y hacia la derecha, Nathan, Max y Michelle, Tom y Kelsey, Siva y Nareesha y Jay), me dieron una explicación a lo ocurrido, debido a la expresión de mi rostro. Pero más que una explicación eso parecía un interrogatorio.
- ¿sabes que pasa?- me dijo Jay, una vez sentados.- que las chicas que nos encontramos en casa de Nathan cuando llegamos, en plan ¡PILLADA! pues las invitamos a comer para conozer a sus ligues.- me miró mientras levantaba las cejas y comía de su plato.
- yo... Lo siento pero no soy un ligue. 
Jay: ah bueno.
Nareesha: eso les da igual. Chica que encuentran en casa de Nathan, chica que se interroga. 
Yo: ¿interroga?- la miré asustada. 
- primero.- empezó Max.- Nombre.
Yo: Ivette
Jay: edad.
Yo: 16
Jay: ¿qué?
Yo: que...- todos me miraron extrañados.
Tom: pareces mayor.
Yo: no... Se cómo tomarme eso.- todos se rieron.
Kelsey: bien, mujer, bien. En plan, parezes más madura.- reimos.
Jay: con que 16... Por lo tanto la pregunta...
Siva: ajá. Esa pregunta...
Max: queda excluida.
Nathan: más os vale, pobrecita.- todos me miraron. Todos sabían de que se trataba la pregunta. Y yo no tardé en adivinar de qué se trataba y bajé la cabeza, roja como un tomate verde. Todos se rieron. Nathan me puso la mano en la pierna y se dirigió a mi oreja con un "si no estás cómoda, dimelo, ¿vale? Te saco de aquí. Son todos unos pervertidos. Perdónalos." asentí. 
Nareesha: pobre chica, no te preocupes Ivette, son unos guarros. Aprendes a vivir con ello.- me guiñó el ojo.
Max: vale enana.- tuve el acto reflejo de levantar la cabeza, pero no hablaba conmigo si no con Nareesha que hacia cara de cabreada.- continuamos con las preguntas. Esta pregunta es esencial. 
Jay: ¿PORQUE NATHAN?
Nathan: eeeehhh
Yo: ¿la verdad?- asintieron entusiasmados.- iba borracha y no lo reconocí.- todos se echaron a reír a carcajadas. 
Max: vale... Em... ¿novio?
Yo: no
Jay: ¿en el pasado?
Yo: -pensé antes de contestar.- ... Sí... -bajé la cabeza. Tenia ganas de llorar. Esta historia no la sabéis pero ya os la contaré más adelante.
Jay: lo siento.-me puso la mano en la espalda.
Yo: no te procupes.- dije cuándo me cayó una lágrima.- prefiero no hablar de eso si no os importa.- todos asintieron y me limpié la cara con el jersey. Nathan me miraba preocupado. Seguieron comiendo pero yo tenia ganas de vomitar.
Michelle: ¿hermanos?
Yo: sí dos. Los conocéis. Son Xavi... Y... Laia... Jones...- en ese preciso momento corrí al baño. Me encontraba mal y efectivamente, vomité. Noté cómo Nathan vino corriendo y se paraba delante de la puerta. Se agachó y me cojió el pelo. 
Al terminar, me senté apoyada en el lavabo y Nath en la pared delante de mi. 
- ¿eres alergica a algo?- vino Jay preocupado.- por eso yo no como carne.- me reí. 
- no creo que sea alergica a nada. Lo que pasa es que se encuentra mal por nuestro comentario.- aseguró Siva. Y así era. Asentí. Todos me miraron preocupados. Conseguí levantarme y Jay me abrazó. Que abrazos daba. Le correspondí al abrazo y me vi obligada a llorar otra vez y, al ver mi reacción, me abrazó más fuerte. Estuvimos un ratito así. 
- bueno, creo que me iré.- conseguí decir al fin.Todos asintieron y me acompañaron a la puerta.- siento haberte manchado la camiseta Jay. 
- no te preocupes.- me guiñó el ojo.
Les di dos besos a cada uno y Nathan me llevó a mi casa. 

Al llegar, quiso acompañarme a la puerta. Es muy cabezota. Me miró por última vez y me retiró un mechón de pelo de la cara.
- ¿mejor?
- sí. Gracias.- conseguí sonreir.
- ya me lo contarás si te apeteze.
- vale.
Oí pasos des de dentro de casa que reconocí de mi hermana. Debió oirnos.
- ¡Nathan!
- Laia, cielo.- se fundieron en un abrazo tierno.- cari, ¿como estas? 
- ¡bien!
- ¿si? Me alegro. ¿estas saliendo con alguien?
- sip. 
- oohh mi peque. Que kukii...- mi hermana le miró mal y acto seguido nos reimos. 
- ¿y tu?
- ¿yo? Nah.
- oix Nathan deberias buscar a alguien.
- ya veremos.- me guiñó el ojo. Se sonrieron y se dieron dos besos.- oye, cuida de tu hermana que ha vomitado en mi casa. Necesita dormir. 
- vale. Gracias cielo. Un beso.- yo, le lanzé un beso a Nath y se fue. Entramos en casa y me fui al baño. Me di una ducha para despejarme un rato.
Despues de la ducha, muy necesitada, fui a mi habitación y me tumbé en la cama. 
- eh, ¿que ha pasado en casa de Nath? 
- me preguntaron si habia tenido novio en el pasado.- empezé a llorar.
- no...
- si. Les contesté que si.- lloré más fuerte y mi hermana me abrazó.
Estube un rato hasta que me dormí y mi hermana me acurrucó en las sábanas. 

Os contaré la historia:

***FLASHBACK***
Veréis, dos años atrás, estuve saliendo con un chico muy guapo. Ahora tiene 20 años. Hacía segundo de batxillerato cuando yo hacia tercer de la ESO. Los primeros meses eran perfectos. Nos mirábamos siempre. Yo pasaba por los pasadizos de batxiller con la escusa. Y él hacia lo mismo, al revés. Joan, así se llamaba, era un chico guapo, apuesto, estudiante y deportista. Era perfecto. Muchas chicas le íban detrás. Lo peor es que él lo sabia. Pero eso, no infuiría mucho en nuestra relación en ese momento. Al cabo de unos meses, me enteré de que, saliendo de fiesta, se lió con una chabala que, según él, se le insinuó. Y, como iba borracho, accedió. Bien. Al enterarme de eso, le pedí explicaciones imediatamente. Y lo que me dijo el muy capullo, fue eso. Que no fue culpa suya. MENTIRA. No solo fue él el que buscó a la chica. No. Si no que además, perdió la virginidad con esa pobre nana. Pero de eso me enteré después, aunque no fue la causa de nuestra ruptura. 
Los meses siguientes a el notición de la disco, la mentira, me di cuenta de que, el muy asqueroso, ligaba con todas las tías buenas del instituto. Aunque no le di importancia porque me dijo que yo era única para él. MENTIRA. Después de eso, sus notas bajaron, y, aún así, le dieron la beca a una universidad por las horas de fútbol dedicadas. No sabia que era lo que podía haberle echo bajar las notas. Empezamos a vernos menos a causa de los horarios. Él iba a la uni, y por la tarde, trabajaba... MENTIRA. Bien. Hablé con mi hermana, mis amigas/amigos y hasta con los amigos de mi hermano. Y, lo que me dijo uno de ellos, Alex, fue que él vio a Joan ese día en la discoteca y me contó la verdad de la historia. Bien. Se lo dije a Joan y me dijo que sentía haberme engañado y mentido. Me dijo que se sentía fatal por haberlo echo y que si pudiera, volvería al pasado para arreglarlo. MENTIRA. Bien. Y yo, como una gilipollas, le perdoné. Pues un día en una fiesta que fui con él, cuando se fue a buscar copas para nosotros y mis amigos, me vino una chica y me preguntó por él. Le pedí porque y me dijo que necesitaba otra vez su servicio. Me quedé paralizada. De piedra. Echa una mierda. Además, pude saberlo porque esa tía iba como una auténtica zorra vestida y sudada, super salida y borracha. Le dije que en ese momento no podía y se marchó. Bien. Pues, eso me pasó más vezes. Y más y más y cada vez más. Hasta hubo una chica que me vino y afirmó que esa noche iba a ser salvaje. Me quedé destrozada. Pero como una gilipollas, no rompí con él. Se lo conté a todos mis mejores amigos, familiares más cercanos, y todos estaban de acuerdo en que debía abandonar a ese hijo de puta de mi vida. Pero no estaba convencida del todo. Hasta que, un día al ir a su casa, me abrió la puerta borracho, con el sofá lleno de pastillas y lo entendí en seguida. Empezó a drogarse y a volverse en un alcohólico. Y entonces entendí lo de las guarras. Se había vuelto adicto al sexo. Y cómo yo era pequeña, nunca me dijo nada ni abusó de mi. Pero me dolió mucho. Tanto que le pegué un puñetazo y lo dejé tirado en el suelo de su casa. Me fui a la mia y lloré días y días. Mi gente más intima me ayudó a superarlo. Pero aún falta lo peor. Yo, no soy virgen.

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